martes, 6 de junio de 2017

La audiencia y el poder popular: la Web 2.0 y las Redes Sociales



La manera de comunicarnos fue cambiando de la mano de la tecnología, la necesidad de relacionarnos, la inmediatez y el sentido de pertenencia. Un día decidimos dejar de recibir mensajes como receptores pasivos y nos atrevimos a ser parte como protagonistas en la elaboración del contenido y el proceso creativo.

El dinamismo del mensaje trajo consigo el intercambio de roles y con ello la gente comenzó a aparecer desde la vereda de la inactividad, de la mano del Internet y toda la modernidad disponible. Lo cual les proporcionaba una herramienta para “estar allí” y “compartirlo todo”; información, actividades, experiencias personales, opiniones y un sinfín de contenidos para mejorar, así como contribuir en las vivencias de otros. Todo bajo el alero de un fenómeno tecno-social que se fue originando desde el principio de libre elección-decisión y el deseo de compartir lo propio-privado en primera instancia, con la multitud, hasta llegar a ampliarse a otros ámbitos y relaciones de la actividad humana como la economía, la política, la educación, la salud y cualquier otra preocupante que fuese surgiendo y denotando atención o difusión.

Ante este escenario fue prácticamente inminente la irrupción de la audiencia en medios tradicionales, marcas  e instituciones que se vieron en la obligación de tener que adecuarse a la nueva sociedad en red que planteaba el sociólogo Manuel Castells y “cuya estructura social está construida en torno a redes de información a partir de la tecnología de información microelectrónica estructurada en Internet” y al cual ningún área se le escapaba, ofreciendo un abanico de posibilidades de inclusión mediante su “infraestructura tecnológica y el medio organizativo que permite el desarrollo de una serie de nuevas formas de relación social que no tienen su origen Internet, que son fruto de una serie de cambios históricos pero que no podrían desarrollarse sin Internet”, como bien concluyó también el autor en su libro ‘Internet y la sociedad red, 2001´.

El público ya contaba con los medios: la conectividad 3G en todo momento y los smartphones que permitían compartir momentos y no sólo objetos (Ciuffoli López G., ´Facebook es el mensaje´). Así que sólo debían tomar la decisión de comenzar a crear y trasmitir información, imágenes o vídeos en esta “Web Social o 2.0” que invitaba a formar parte mediante atractivas aplicaciones de interacción conocidas como redes sociales. Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, MySpace, Facebook, OhMyNews, Twitter, Instagram, Snapchat, WhatsApp, Pinterest y  la gran mayoría, tienen como común denominador el proporcionar un espacio de conversación e intercambio social en línea, integrado por personas que comparten una relación, un interés común o actividad afín.
Desde allí comenzaron a popularizarse bajo la idea de un lugar de reencuentro y distracción social, hasta que nos dimos cuenta que estaban pasando muchas cosas más que sólo encontrar ex compañeros de la enseñanza media o estar al día del último postre que comió tu mejor amigo. “Vamos hacia un mundo en el que las redes sociales están en la palma de nuestras manos, en el dispositivo que vemos apenas nos despertamos y el último que ponemos a cargar al momento de irnos a dormir. El teléfono móvil es la red social y las tendencias en ese sentido son cada día más claras”, recalca López G.   

Las audiencias despertaron y tal como mencioné en un comienzo, ya habían dicho adiós al rol pasivo y estaban mirando la información desde la visión de la comunidad, evaluando futuras adquisiciones por medio de  experiencias de terceros y reforzando historias, así como, sumando nuevos antecedentes a través de distintos dispositivos conectados por Internet para compartir información e interacción.

En este punto los medios de comunicación tradicional entendidos como prensa, radio y televisión, ya habían dejado de definir los temas de interés en la agenda noticiosa y hoy por hoy la comunidad estaba determinando la pauta del día, aportando el antecedente inicial y creando el contenido. Siendo lo mejor el carácter social y la motivación por la búsqueda del bien común y con ello el despertar del deseo de trasmitir vivencias propias sin fines de negocio. Pese a que sabemos que las redes sociales y la Web 2.0 han acarreado también la publicidad y la faceta comercial de los medios tradicionales, pero no han influido sobre el usuario general y sólo han afectado a las empresas o marcas que quieren dirigirse, conocer y conectarse con un target objetivo y específico.

Las empresas y marcas en la red social

Con las trasformaciones planteadas y los escenarios expuestos, las empresas, instituciones y marcas comprendieron que debían tener presencia en la web y voz en las aplicaciones sociales a través de una línea editorial definida y  orientada a garantizar y cuidar el engagement. Entendido como el nivel de participación, compromiso, recomendación e interacción de la audiencia con una marca o entidad determinada.  El nuevo nicho de público está  creciendo y segmentándose constantemente por edad, sexo, ubicación, preferencias, intereses, entre otras categorías que facilitan la elección de determinar a quién dirigirse y cómo relacionarse. Ya que el espacio expuesto favorece a una serie de oportunidades donde desplegar nuevas estrategias digitales, siempre que seamos capaces de identificar y entender al fan, seguidor y a la comunidad misma. Advirtiendo que sus miembros no son los mismos consumidores de otros medios y por ende el contenido a transmitir debe crearse en base a las características de cada aplicación, velando principalmente por la participación y la consolidación de elementos interactivos que permitan ser parte de, crear, compartir, generar, colaborar, comunicar, debatir, encontrar respuestas-soluciones, entretención, contenido digital de calidad, aporte-valor y por supuesto cuidando la transparencia en todas las plataformas presentes.

El contenido debe presentarse de la manera más creativa posible y ojalá permitiendo a las personas realizar una acción o evocar una emoción. Ya que mientras más novedoso e interactivo, resulta el mensaje, más acción generaremos. Para ello es necesario elaborar grillas de programación que identifiquen y apliquen ‘insights’ a través de los cuales las personas puedan identificarse y establecer una relación emocional con la marca o empresa que les está hablando.  Considerando lo volátiles que pueden ser y que olvidarán lo que diremos, olvidarán lo que hagamos, pero la gente nunca olvidará lo que le hagas sentir. Esto es la comunicación de hoy en día. Las marcas deben dejar de lanzar sólo mensajes para ofrecer servicios y productos con significado para el usuario, haciendo que perdure, que de que hablar y enganchen al público. Eso es el engagement a día de hoy.

Cuando un fanpage conecta con su audiencia, comienza a tener resultados.  Nuestras publicaciones obtienen respuestas, nuestras acciones tienen efecto y empezamos a vislumbrar varios “me gusta”, “compartir” o “comentarios”. Si nos remontamos a los inicios y a la actualidad misma, una buena forma de conseguir seguidores y masa crítica era a través de concursos que garantizaban sumar uno más: siguiendo, compartiendo y comentando. Misma dinámica que continuamos utilizando, pero ahora generando mayor interacción a través de un ‘llamado a la acción o call to action’, que podría estar orientado a grabar un vídeo, tomar un screenshot, adivinar un gift o terminar de construir un relato.

Opciones que debieran potenciarse tomando en cuenta que las personas están dispuestas a responder, a ejecutar y a reaccionar. Están exigiendo espacios para participar y contribuir en la creación de historias para comunicarse y sentirse conectados. Se han empoderado de la web y las plataformas sociales que comprende, entendiéndolas como un medio sin control, democrático, inclusivo, bidireccional, controlado por todos y completamente accesible para satisfacer nuestra necesidad primordial: la comunicación.  

La cual en nuestros días se está generando principalmente a través de diferentes pantallas y dispositivos que tenemos a nuestro alcance para seguir historias y consumir información adaptable al medio que se está utilizando y potenciando al consumidor a salir en búsqueda de experiencias más participativas y profundas. Quienes lo han comprendido, han aprovechado esta instancia y medios para hacer parte a las audiencias mediante ‘narrativas transmedias’, entendidas como un tipo de relato donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de distribución, y en el cual una parte del público asume un rol activo en ese proceso de expansión. Con el propósito de crear una experiencia de entretenimiento unificada y coordinada y donde cada medio hace su propia contribución al desarrollo de la narración.

Finalmente, ¿por qué apostar por una estrategia de narrativa transmedia? Porque crea un vínculo emocional con la audiencia, garantiza el retorno de la inversión (ROI) y permite construir una comunidad sostenible entorno a tu marca, empresa o institución.

viernes, 16 de mayo de 2014

Bajo el Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos...




Ya no es necesario detenerse para analizar o buscar las pisadas levemente marcadas en el pavimento. Sólo la inercia termina convenciendo que estuvieron allí, y basta inmovilizarse un segundo para navegar en el mar de los recuerdos. Ver si dentro del tsunami de la memoria logran salvarse, volver a naufragar a la orilla y así no hundirse en el océano del olvido. Que en realidad es un olvido momentáneo, una capa de polvo sobre la memoria y al final aún así, quedarán como una huella marcada en la arena.


Pero si por el contrario, decidiéramos poner un stop, cancelar el play a la cinta más conocida y revivida en nuestra cabeza, recurrir a la ciencia y a la intervención asistida de la memoria emotiva, o más bien afectiva, para desechar los más significativos y a su vez molestos recuerdos como forma sustancial de no vivir una y otra vez un mismo entierro. De seguro aliviaríamos la carga de llevar ciertas emociones en el cuerpo, debido a la significación de un peculiar y singular cadáver, imagen o expectativa deshecha. En fin, por cualquiera de las anteriores u otras, estaría ante nuestros ojos la arraigada solución utópica de borrar para siempre ciertos pasajes y ciertas vivencias sentidas, todo bajo el Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos…

La imagen que vemos frente al espejo cada mañana, es la consecuencia en gran medida de los incontables hechos que han trascurrido durante nuestras vidas, los cuales le dan sentido por el significado otorgado a las cosas guardadas en nuestro cerebro. Por ello, este es un film para reflexionar, para darle una mirada retrospectiva a los acontecimientos, para intentar resolver el dilema de cuánto significan y significarán introspectivamente en el presente y en el futuro.

Eternal Sunshine of the Spotless Mind, está dedicada a todos aquellos que han vivido la otra cara de los recuerdos y que sin duda por ello, preferirían la cercanía del olvido. Pero ¿qué sucede cuando el registro de memorias emotivas es demasiado penoso o simplemente provoca más tristeza y melancolía que felicidad o una sonrisa?, ¿no sería más fácil e ideal poder borrar todos los registros que queremos bajo nuestra propia voluntad?, sin recuerdos sería quizás sinónimo de olvido…

Sin duda es una película que presenta de una manera peculiar el drama amoroso, dejando atrás todos los clichés de la escena romántica y del cine de todos los tiempos. No grita amor del penoso o taciturno, sino más bien del impulsivo y desquiciado. Todo Bajo una seductora, tranquilizante e idílica propuesta, donde los personajes se dejan llevar por este hilo conductor, uniéndose y desuniéndose en el trascurso de las escenas, encantando al telespectador que quizás en un comienzo partió desorientado y al ser vista por primera vez, puede que no haya vislumbrado el mensaje encubierto detrás del melodrama.
No hay duda que una vez sumergidos en el eterno resplandor serán encantados por la utopía de un film que susurra nostalgia, que toca la fibra emotiva, que desgarra corazones, que nos hace preguntar finalmente que pasaría si se pudiera borrar a alguien definitivamente.

¿Sería cierto que a pesar de ser más tarde un completo desconocido, volveríamos a enamorarnos de la misma persona? Fantástica pero añorada respuesta, una problemática que desata los más profundos, ocultos y egoístas deseos. Todo bajo el anhelo de querer olvidar lo inolvidable, el eterno resplandor de una mente llena de recuerdos que quiere vivir sin ellos…


sábado, 12 de enero de 2008

La felicidad está hacia delante y no a nuestras espaldas...


2008...


El pasado y los detalles inútiles no deben ahogar. Superar obstáculos y soltar espontaneidad. Mirar hacia delante en busca de la felicidad...Aprendiendo de los errores, superando las caídas, madurando con las decepciones, penas y melancolías habidas y quizás por haber...

Teniendo en cuenta que quizás en momentos las personas si pueden ser desechables, pero nunca retornables. Si fue quebrantado alguna vez, es prácticamente imposible que continúe con su cause normal,
hay heridas que posiblemente se sanarán, pero difícilmente se olvidarán. Más aún si se ha podido estar conciente de las posibles heridas.

Es fácil perdonar a un desconocido, pero muy difícil a alguien que se quiere...más aún si algunos perdonamos, pero difícilmente olvidamos...



Vida nueva, con mirada hacia delante...

sábado, 1 de diciembre de 2007

Rendida


No hay palabras. O quizás si las hay, pero no las quiero encontrar. Es más fácil convencerse que han huido, así pretendes creer que nada ha pasado, ni pasará y ¿por qué pasar? Si por algo todo ha sido como tal. Las esencias se dejan entre ver, los caminos se abren o se cierran, las personas suben, se enaltecen, se caen o duelen. Todo y nada a la vez. Tal como lo que quiero alcanzar, todo y nada. Prometí cerrar un capítulo, ponerle fin y volver a retomar el camino una vez más. Es curioso pensar que en un momento ciertos sentimientos guiaban el andar y al final desaparecieron, dieron paso a otros. Estaba casi encontrada la dirección y una vez más de vuelta a la orilla, se ha perdido el rumbo. Ilusión mal dirigida o desilusión buena amiga, la cosa es que todo ha dolido igual. Por más que trate de encontrarle explicación o entendimiento como tal, algo suele costar, no es fácil sentir como se siente, más si no se entiende. Mentira, si se entiende, se sabe, pero no se cree o no se quiere creer, pues no es más fácil mentirse así misma, total no hay peor ciego que el que no quiere ver. Del modo que sea, lo mejor es dar dos pasos en retirada. Cuatro agrego para huir, unos dos más para olvidar, uno para detenerse y decir adiós, mientras reservo dos para mantener distancia y borrar lo que nunca fue valorado. Y lo que por el contrario, absurdamente, solía considerar...



Aún hay fuerza y por consiguiente esperanza donde se ven arranques violentos, pero cuando se apaga todo movimiento, cuando no hay pulso, cuando el frío ha llegado al corazón ¿Qué esperar entonces, sino una próxima e inevitable disolución?

(Lamennais)







sábado, 7 de julio de 2007

Que maneras más curiosas de recordar tiene uno...


Play…comenzó la película. Es una cinta en blanco y negro producida algunos años atrás, tres o cuatro años por lo menos. Quizás por eso está tan inquieta recostada en la cama, adelantando y retrocediendo de manera natural cada escena. Porque sí, es una secuencia de imágenes que ha visto más de una vez, algunas veces con encanto y gratitud, mientras que otras con decepción y melancolía absurda. Pero aún así y por inercia en ocasiones como ésta, se decide a quitarle el pause a la cinta y seguir.
Corren nuevamente las acciones, las frases cursis y necias, los acontecimientos revividos en ya varias ocasiones y para que mencionar los más de un clímax que la han convertido en su preferida. No porque sea una de las típicas con un vivieron felices para siempre, sino más bien por la atmósfera que hace de un instante una odisea. Situándola como una telespectadora inerte más que ve desarrollarse las acciones en su mismo espacio, y que por este mismo temor que la sacude y envuelve a la vez, preferiría deshacerse de la cinta. No tenerla más en su poder, regalarla, tirarla, devolvérsela a aquél que fue partícipe de aquella inolvidable sugerencia, pero no, él ya no está ni cerca. Se aburrió de la película antes que ella y hasta tiene otra dentro de sus favoritas.

Mientras pasaban las escenas se detuvo a pensar, pero de una manera inconsciente sin saber por qué lo hacía o más bien por una necesidad sentida, agobiante y con deseos de tomar forma propia. ¿Para qué volver a ver algo que ya pasó y que después de un constante repetir de avanzar- retroceder no se consigue nada nuevo?, no se llega a una tranquilizante y necesaria conclusión no abordada ni mucho menos a la utopía arraigada de un cambio del final. Por el contrario, todo sigue igual al verla hoy, mañana o en un año más.
Las cosas están hechas para no ser cambiadas en muchas ocasiones, en muchas vidas, en muchas experiencias e inexperiencias. Ese pensamiento sostenía mientras abruptamente abre los ojos, con mirada dirigida hacia el techo que lucía más blanco aún, con un tono como divinizado quizás.
Mira el reloj a un costado. Habían pasado dos horas y con la nostálgica sensación de quien es sobrepasado por el diluvio de la memoria y los recuerdos que no han naufragado en bastante tiempo tal vez, bosteza y se levanta a encender el televisor…

lunes, 18 de junio de 2007

Ni para sonreír, ni para ser feliz...


Ni para sonreír, ni para ser feliz... Quizás sí para llorar, para darme cuenta que cada palabra lanzada o más bien escupida a mí tiene algo de ti. Ese tú que en algún momento admiré, me encantó, que me hizo amar en el ayer y que en el hoy sólo quiero olvidar, terminar de sentir y borrar en el tiempo dejando atrás.
No sé si fue que me equivoqué o me niego a pensar que todo pasará, que cambiará, que continuaré y que pese a que mis alas cayeron alguna vez, eso no me hará volver a caer. Ni siquiera la suposición de aquella fatal noticia que doy por venidera, que ya estoy preparando las felicitaciones y el entierro final de un sentir que se negaba a morir, que no me hacía caso ni a mí, que no escuchaba de razones ni argumentos y se refugiaba en excusas y perdones sin fundamentos. Es verdad, quizás yo no lo he querido aceptar. Es difícil mencionar que ya no existes, que te desapareciste por completo, que me inundas de sobresaltos con cada uno de tus actos, que ni te arrugas al demostrar desprecio al ir vestido con tu nueva careta. Pero que más quisiera decirte que te necesito, pero no. Ya no me causas dolor, ya no me provocas pena, me das pena, al creer que con esa actitud estás en un mejor momento que yo. Y que hipocresía sonreír para vender felicidad, cuando en realidad te aferras al temor de darte cuenta que consigo mismo no te sientes tranquilo, ni conforme y que aunque yo siga tan niñita como siempre... tengo el valor de confesar que te aprecio, que te estimo, que te recuerdo en ocasiones también y que por lo que vive por vivido te guardo un cupo importante. Porque sí, me importas e importarás porque no he aprendido todavía a desechar como tú...
Pero aún así no te necesito para sonreír, ni para ser feliz...

jueves, 7 de junio de 2007

Tantos sueños que no fueron más allá...


Con tantos sueños sin abrir se quedó al parecer entre las manos. Es que siente y cree casi atónita que se equivocó en la tarjeta al poner la fecha de entrega...
Quería que la sorpresa se extendiera en el tiempo y es por eso que esperaba entregarselo más adelante, porque para ella el hechizo duraría una eternidad y eso se lo aseguraba su corazón que cada día reafirmaba esa genuina convicción.

Y ahí esta el punto del por qué no le entregaba su más preciado obsequio a su dueño innato, porque sí, ella sabía que se lo entregaría. Pero nunca pensó o si más bien lo pensó, pero a pesar de eso prefirió siempre escucharlo a él que constantemente le repetía lo contrario y aún así, en él el hechizo duró al parecer sólo un segundo, un tiempo menor a lo creído, a lo esperado, a lo ilusionado. Un tiempo donde ella se quedó con su regalo y él sin saber que en la inmensidad de su corazón ella siempre quizó entregarselo...