Bajo el Eterno Resplandor de una Mente Sin
Recuerdos...
Ya
no es necesario detenerse para analizar o buscar las pisadas levemente marcadas
en el pavimento. Sólo la inercia termina convenciendo que estuvieron allí, y
basta inmovilizarse un segundo para navegar en el mar de los recuerdos. Ver si
dentro del tsunami de la memoria logran salvarse, volver a naufragar a la
orilla y así no hundirse en el océano del olvido. Que en realidad es un olvido
momentáneo, una capa de polvo sobre la memoria y al final aún así, quedarán
como una huella marcada en la arena.
Pero si por el contrario, decidiéramos poner un stop, cancelar el play a la
cinta más conocida y revivida en nuestra cabeza, recurrir a la ciencia y a la
intervención asistida de la memoria emotiva, o más bien afectiva, para desechar
los más significativos y a su vez molestos recuerdos como forma sustancial de
no vivir una y otra vez un mismo entierro. De seguro aliviaríamos la carga de
llevar ciertas emociones en el cuerpo, debido a la significación de un peculiar
y singular cadáver, imagen o expectativa deshecha. En fin, por cualquiera de
las anteriores u otras, estaría ante nuestros ojos la arraigada solución
utópica de borrar para siempre ciertos pasajes y ciertas vivencias sentidas,
todo bajo el Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos…
La imagen que vemos frente al espejo cada mañana, es la consecuencia en gran
medida de los incontables hechos que han trascurrido durante nuestras vidas,
los cuales le dan sentido por el significado otorgado a las cosas guardadas en
nuestro cerebro. Por ello, este es un film para reflexionar, para darle una
mirada retrospectiva a los acontecimientos, para intentar resolver el dilema de
cuánto significan y significarán introspectivamente en el presente y en el
futuro.
Eternal Sunshine of the Spotless Mind, está dedicada a todos aquellos que han
vivido la otra cara de los recuerdos y que sin duda por ello, preferirían la
cercanía del olvido. Pero ¿qué sucede cuando el registro de memorias emotivas
es demasiado penoso o simplemente provoca más tristeza y melancolía que
felicidad o una sonrisa?, ¿no sería más fácil e ideal poder borrar todos los
registros que queremos bajo nuestra propia voluntad?, sin recuerdos sería
quizás sinónimo de olvido…
Sin duda es una película que presenta de una manera peculiar el drama amoroso,
dejando atrás todos los clichés de la escena romántica y del cine de todos los
tiempos. No grita amor del penoso o taciturno, sino más bien del impulsivo y
desquiciado. Todo Bajo una seductora, tranquilizante e idílica propuesta, donde
los personajes se dejan llevar por este hilo conductor, uniéndose y
desuniéndose en el trascurso de las escenas, encantando al telespectador que
quizás en un comienzo partió desorientado y al ser vista por primera vez, puede
que no haya vislumbrado el mensaje encubierto detrás del melodrama.
No hay duda que una vez sumergidos en el eterno resplandor serán encantados por
la utopía de un film que susurra nostalgia, que toca la fibra emotiva, que
desgarra corazones, que nos hace preguntar finalmente que pasaría si se pudiera
borrar a alguien definitivamente.
¿Sería cierto que a pesar de ser más tarde un completo desconocido, volveríamos
a enamorarnos de la misma persona? Fantástica pero añorada respuesta, una
problemática que desata los más profundos, ocultos y egoístas deseos. Todo bajo
el anhelo de querer olvidar lo inolvidable, el eterno resplandor de una mente llena
de recuerdos que quiere vivir sin ellos…
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