viernes, 16 de mayo de 2014

Bajo el Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos...




Ya no es necesario detenerse para analizar o buscar las pisadas levemente marcadas en el pavimento. Sólo la inercia termina convenciendo que estuvieron allí, y basta inmovilizarse un segundo para navegar en el mar de los recuerdos. Ver si dentro del tsunami de la memoria logran salvarse, volver a naufragar a la orilla y así no hundirse en el océano del olvido. Que en realidad es un olvido momentáneo, una capa de polvo sobre la memoria y al final aún así, quedarán como una huella marcada en la arena.


Pero si por el contrario, decidiéramos poner un stop, cancelar el play a la cinta más conocida y revivida en nuestra cabeza, recurrir a la ciencia y a la intervención asistida de la memoria emotiva, o más bien afectiva, para desechar los más significativos y a su vez molestos recuerdos como forma sustancial de no vivir una y otra vez un mismo entierro. De seguro aliviaríamos la carga de llevar ciertas emociones en el cuerpo, debido a la significación de un peculiar y singular cadáver, imagen o expectativa deshecha. En fin, por cualquiera de las anteriores u otras, estaría ante nuestros ojos la arraigada solución utópica de borrar para siempre ciertos pasajes y ciertas vivencias sentidas, todo bajo el Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos…

La imagen que vemos frente al espejo cada mañana, es la consecuencia en gran medida de los incontables hechos que han trascurrido durante nuestras vidas, los cuales le dan sentido por el significado otorgado a las cosas guardadas en nuestro cerebro. Por ello, este es un film para reflexionar, para darle una mirada retrospectiva a los acontecimientos, para intentar resolver el dilema de cuánto significan y significarán introspectivamente en el presente y en el futuro.

Eternal Sunshine of the Spotless Mind, está dedicada a todos aquellos que han vivido la otra cara de los recuerdos y que sin duda por ello, preferirían la cercanía del olvido. Pero ¿qué sucede cuando el registro de memorias emotivas es demasiado penoso o simplemente provoca más tristeza y melancolía que felicidad o una sonrisa?, ¿no sería más fácil e ideal poder borrar todos los registros que queremos bajo nuestra propia voluntad?, sin recuerdos sería quizás sinónimo de olvido…

Sin duda es una película que presenta de una manera peculiar el drama amoroso, dejando atrás todos los clichés de la escena romántica y del cine de todos los tiempos. No grita amor del penoso o taciturno, sino más bien del impulsivo y desquiciado. Todo Bajo una seductora, tranquilizante e idílica propuesta, donde los personajes se dejan llevar por este hilo conductor, uniéndose y desuniéndose en el trascurso de las escenas, encantando al telespectador que quizás en un comienzo partió desorientado y al ser vista por primera vez, puede que no haya vislumbrado el mensaje encubierto detrás del melodrama.
No hay duda que una vez sumergidos en el eterno resplandor serán encantados por la utopía de un film que susurra nostalgia, que toca la fibra emotiva, que desgarra corazones, que nos hace preguntar finalmente que pasaría si se pudiera borrar a alguien definitivamente.

¿Sería cierto que a pesar de ser más tarde un completo desconocido, volveríamos a enamorarnos de la misma persona? Fantástica pero añorada respuesta, una problemática que desata los más profundos, ocultos y egoístas deseos. Todo bajo el anhelo de querer olvidar lo inolvidable, el eterno resplandor de una mente llena de recuerdos que quiere vivir sin ellos…


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